viernes, 2 de mayo de 2014

La peste roja

Dedicado para la mejor y más guapa madre del mundo, la mía:

Una madre muy buena
Una madre no muy fea
Una madre que se va
Y una madre que se esfuma

Una madre que da abrazos
Una madre que da besos
Una madre en la que confías
Una madre a la que puedes decirle:
FELIZ DÍA


Hace ya mucho tiempo, en la mismísima Dámbil, pasó algo que no salió de las bocas calladas de los mensajeros, estamos hablando de algo que nadie volvió a comentar ni una sola vez en sus vidas, ese “algo”, se llama:
LA  PESTE  ROJA
La peste roja es un suceso que pasó en el año 1002. Según muchos científicos afirman que  una vez cada vez de 1000 años, un meteorito impacta en la parte sur del planeta. La desafortunada Dambil  había sufrido la maldición de ese malvado meteorito.
Ese día Félagor, un joven de 17 años, iba al cementerio a visitar a su difunta madre.
Después de un largo tiempo caminando por el cementerio, encontró la tumba de su madre y se posó en ella.
Se quedó allí un par de horas pensando y meditando cuando:
-¡PUUM!
-¡¿Pero qué?!- comentó Felagor
Sin darse  cuenta, una gran nube roja le inundó los ojos.
Felagor, confuso, se puso la mano delante de su cara y emprendió un viaje al misterioso atentado.
El viaje era un poco largo pero valió la pena, porque él había presenciado el primer meteorito en Dambil.


Felagor miró aterrorizado a aquella rosada y ardiente roca. El joven caminó lentamente al meteorito y miró con cautela.
Lo primero que pudo presenciar, fue una  enorme masa roja y pegajosa.
Él intento acercarse, pero de repente:
-¡FIIUUUM!
-¡ Ahh, ah, aaah! ¡SOCORRO! ¡QUITADMELA!- gritó el pobre humano
Aquella masa se aferró con un salto a el brazo del joven
 y cada segundo se le movía más hacia el  hombro.
El joven cogió un palo clavado en el suelo y golpeó al bicharraco.
Aquella masa se movió rapidamente fuera de la valla del cementerio.
Felagor no sabía lo que le esperaba, ya que el pensaba, que cuando se fuera a dormir y olvidara lo ocurrido, no iba a pasar nada. QUE EQUIVOCADO QUE ESTABA.


El chico despertó por la mañana por un horrible grito, seguido de otros más.
Cuando bajó por las escaleras armado, notó que sus pisadas eran pegajosas.
 Abrió la puerta con fuerza y pudo presenciar que toda la aldea había sido plagada de manchas rojas. Había gente tirada en el suelo gritando y tosiendo.
Felagor sabía perfectamente porqué había pasado aquel suceso,...y se sentía culpable. No sabía que hacer, el cielo estaba literalmente rojo, la gente lloraba, el ambiente era insoportable y horrible.
Lo único que se le ocurrió, fue la peor idea, informar a las aldeas vecinas.
Las otras aldeas quemaron por completo el infectado pueblo.
Ese secreto se mantuvo más de 10 décadas, ahora el Bastión guarda las pruebas de ese lugar, es un suceso que no querían volver a presenciar.

Por Ernesto Merino

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho la manera en que la imagen la vieses como un meteorito que tiene un virus

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